La figuar de emilio Alvarez Yela forma parte del paisaje de la axarquía, interpretar su arquitectura es parte la catarsís que debe producir entre el artista y el espectador. Los caracoles de Emilio no eluden el compromiso con el territorio, como tampoco lo hacen con la arquitectura preexistente. ¿Acaso las texturas, la adición de cuerpos o la ausencia de color no tiene que ver con la proxima mutación de la arquitectura rural malagueña?
El presente video es una celebración del espacio y de los hombres que no han cesado en el intento buscar esas formas que lo delimitan.
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